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martes, 31 de enero de 2012

Día 25: Rescatar las relaciones perdidas.

Para afianzar las relaciones hay que mostrar verdadero interés en la gente. No es una casualidad que hace dos días comenzara a leer el libro “Ubuntu” coescrito por Stephen Ludin y Bob Nelson. Dentro de él se narra una historia ficticia con enseñanzas sobre la correcta administración de personas y específicamente sobre la mejor forma de establecer lazos con otras personas. Esta idea es especialmente enriquecedora sobre todo para los reinicios. La historia principal narra cómo una personas eficiente en su trabajo operativo es ascendida a una labor gerencial sin dar los resultados que se esperaban, adicionalmente se describe el proceso de divorcio que está afrontando. Lo interesante del asunto es que en determinado momento, este personaje se da cuenta de que cuando ha tratado de tender puentes, en realidad no ha sido muy sincero y ha tratado de “lucir” convincente, sin serlo. Lo mejor de todo es que el primer paso para cambiar es precisamente que reconoce que hasta ese momento las cosas no le han funcionado bien porque no ha puesto todo de su parte y resuelve que hará todo lo que esté de su parte y hasta lo que no, para mejorar sus relaciones familiares y con sus subalternos. El mensaje de que nunca es demasiado tarde para retomar el camino es fabuloso. Si estamos en la línea de fijar el mapa e iniciar el año con las mejores acciones y seguir el camino correcto, es indispensable analizar las relaciones que hemos descuidado: sean estas con la familia, con los amigos, con los compañeros de trabajo, con los colegas, con los subalternos. Es posible que la primera reacción sea de rechazo, pero si ha sido nuestra responsabilidad el distanciamiento, también lo es el hacer todos los intentos necesarios para lograr el acercamiento. Esta vida tan espectacular que nos ha tocado vivir no es para estar solos, es más bien para compartirla. Cuando un hombre o una mujer logran hacer conexión con otros seres humanos, se enriquece a sí mismo y enriquece a otros. Naturalmente siempre existe la posibilidad de altercados aislados, aunque la magia funciona justamente porque porque la gente elige estar con vos a pesar de tus defectos, y porque vos decidís seguir con esa gente a pesar de sus defectos. El tender puentes y no murallas en las relaciones es una decisión. Nadie más que vos la podés hacerlo. Si hoy estas solo/a lo mejor no es preguntarte por qué lo estás sino cómo resolver el asunto. Si te mostrás como amigo/a, tarde o temprano serás incluido/a. La humildad de aceptar el rechazo inicial también es muestra de madurez y al final de cuentas es una apuesta en la que te arriesgás a ser mucho más feliz. Y como dice mi amigo Freddy: auuuu!!!!

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