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lunes, 9 de enero de 2012

Día 12: Administrar el tiempo y acumular felicidad.

“El destino no hace visitas a domicilio… hay que salir a buscarlo”, escribió Carlos Ruiz Zafón en su reciente novela “El Prisionero del Cielo”.  Desde hace varios meses, luego de la dolorosa ruptura de una relación sentimental, recordé que en la narración de su autodescubrimiento, el Reverendo Troy Perry contaba que salía por las noches a buscar amigos porque se sentía solo. Yo tuve la suerte de encontrarme con Daniel una noche de agosto. Ya nos conocíamos de tiempo atrás, incluso había asistido al funeral de su papá, pero no habíamos tenido una amistad estrecha. Recuerdo que esa noche salí a caminar solo, y entré a tomar café a un restaurante. Mi sorpresa fue que Daniel y otros amigos estaban ahí. Nos saludamos y me invitaron a quedarme con ellos. Ahí comenzamos a estrechar nuestra amistad y al día de hoy, que ha pasado medio año le agradezco a él y a Jaime el regalarme de su tiempo para acrecentar nuestra amistad.  Cuento todo esto, porque aunque estamos en medio del primer paso: “planificación”, y del análisis de los presupuestos personales y de las finanzas en general. Quiero contarte lo que me pasó este fin de semana:  tuve la dicha de compartir con una persona que me regaló dos tardes maravillosas. Nos conocimos por Facebook hace varios meses, y recién en noviembre hablamos personalmente. En nuestras charlas previas yo intuía que había algo mágico en su ser, y lo comprobé porque a pesar de haber pasado más de 7 horas del sábado y  5 del domingo, creo que el tiempo se hizo corto. La buena administración de los recursos (aunque suene frío y calculado) también incluye el tiempo. Ese recurso valioso no es renovable y por eso cuando invertimos parte de él en otra persona, lo mejor que debemos hacer es disfrutarlo porque cada instante que pasa jamás volverá. Esas 12 horas que compartimos con esta persona fueron espléndidas, no di cabida a nada más que el goce de su compañía y a las risas que me arrancó. Eso me encanta: me hace reír. Puedo decir entonces que me regaló 2 cosas valiosas: tiempo y risa. Sin duda alguna, entrañables recuerdos.  Es importante el dinero y su administración, pero también es importante administrar el tiempo para compartir con quienes nos dan felicidad. Si vos tenés pareja, o tu familia, o tus amigos, por favor, disfrutalos. No perdás el tiempo en peleas absurdas. Cada minuto que llenas de distanciamiento, se van 60 segundos de felicidad. Quise hacer este alto, porque aunque no sé si nos volveremos a ver con esta persona, sí estoy seguro de que soy afortunado porque al menos los días 7 y 8 de enero de 2011, crecí mucho como humano, y eso no tiene precio. En otra oportunidad hablaremos más sobre el tiempo con los nuestros y sobre el descanso. Mientras tanto, comencemos a pensar en nuestros recursos materiales también porque mañana hablaremos un poco del ahorro y de las metas para ahorrar. Y como dice mi amigo Freddy: auuuuuu!!!

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