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sábado, 31 de diciembre de 2011

Día 6: Feliz Año Nuevo

En la película “13 Guerreros”, Antonio Banderas representa el papel de un diplomático persa en Escandinavia, y en una escena en la que él considera que inevitablemente morirá, fiel a los principios islámicos, se postra y comienza a dirigir una oración espectacular al Creador: “Por las palabras que debí decir y no dije; por las cosas de debí hacer y no hice; perdóname, Dios…” El recordar esas palabras me hacen reflexionar en que muchas veces evitamos decir muchos “te quieros” o dejamos de dar muestras de cariño por no parecer pusilánimes o porque el orgullo nos lo impide, eso es muy concordante con la sentencia del poeta Julio Palencia, quien dice “los humanos en verdad somos seres extraños”.  Hoy es el último día de 2011, ayer iba a escribir esta entrada pero por muchas razones no me fue posible, pero creo que cómo dice San Pablo en la Epístola a los Romanos “todo sucede para bien”. Ayer, también tuve la oportunidad de conocer a una pareja que lleva ya casi dos años de haber tomado la decisión de vivir juntos, y me contaron todos los problemas que han tenido, principalmente en lo económico, pero no me lo narraban en tono de queja, sino anecdótico. Sus bromas y risa al contar los momentos dificilísimos que les ha tocado vivir me permitieron admirarlos por su entereza y además me dieron la lección de que en cualquier situación sea difícil o fabulosa, lo que hace la diferencia es la forma de ver las cosas y el amor que se pone. Este año que termina ha sido extraño. Cambié de trabajo, y en el lugar donde me encuentro actualmente me siento muy contento y con ganas de crecer. Terminé una relación de poco más de 3 años de duración y me mudé a vivir solo. Tomé la decisión (y la aseguré ya) de comprar un apartamento. Concluí exitosamente el primer año de la maestría. Pasé la Semana Santa con una gripa que me impidió hacer lo que hago todos los años en esa época. No dejé de asistir un solo fin de semana a la Iglesia. Participé como Presidente de mesa en las elecciones, tanto en primera como en segunda vuelta. Leí varios libros. Lloré mucho cuando terminé mi relación y me vi engañado. Reforcé lazos de amistad con gente que ya conocía pero que no habíamos tenido la oportunidad de estrechar la relación. Conocí muchas personas. Se fortaleció la relación con mi hermana más pequeña. Casi muere la tercera de mis hermanos pero sobrevivió afortunadamente.  Me quedé sin carro. Celebramos los 15 años de mi sobrina. He llorado tanto como en este momento (a veces de tristeza y otras de alegría). Y un compañero en la Universidad me dijo que lo que más les agradaba a mis colegas de la maestría era que siempre tenía una sonrisa para ofrecer y que me veía feliz. Tengo muchas cosas difíciles y pendientes en mí, pero la bendición de vivir y de conocer tanta gente maravillosa, tanto por las redes sociales, como por este blog, y de forma personal, me han enriquecido mucho. Finaliza 2011 y Dios ha sido bueno conmigo. Tengo muchos sueños y planes por delante, no sé cuánto me queda aún de vida (espero que sea muchísimo). Por lo pronto quiero decir (para no tener que lamentar lo que no dije) que amo a mi familia, mi trabajo, mis estudios, a mis amigos, mis libros y mis sueños. Hoy tengo varios propósitos de año nuevo que les comparto: Quiero bajar 25 libras en 2012. Quiero terminar la maestría con un promedio de notas de 90 puntos como mínimo. Quiero conocer Nueva York a finales de año. Quiero sonreírles a desconocidos al menos una vez al día. Quiero seguir escribiendo este blog y conocer a muchos a través de él. Al menos quiero tener 1 nuevo amigo cada mes. Quiero terminar un libro y publicarlo a finales de año. Quiero asegurarme de decirles a las personas que amo, lo importantes que son para mí, al menos una vez a la semana. Quiero que al final de 2012, no tener ninguna deuda, nada más que lo que tenga que pagar en la amortización de mi apartamento.  Quiero regresar a nadar todos los fines de semana a partir de febrero. Esa es la lista de mis propósitos de 2012. Son simples quizá, pero quiero que se cumplan. Ojalá que vos tengás una lista bien definida de qué querés hacer y que luchés por cumplirla. Por lo pronto, te digo:  no limités tu amor: demostrá cariño, abrazá mucho, besá mucho, decíles a los tuyos cuán importantes son para vos. Solo tenemos un presente, aprovechémoslo. Si querés llorar, hacelo. Si querés reírte, hacelo. No te limités. La vida es fantástica. ¡Feliz 2012! Espero que el nuevo año te traiga mucha abundancia y felicidad y que como escribió el rey David: El bien y la misericordia de Dios te acompañen todos los días… Y como dice mi amigo Freddy: auuuuuu.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Día 5: Finanzas Personales 3

Estamos a pocas horas de que se acabe el año 2011. Yo particularmente tengo tantas cosas maravillosas qué recordar, que sin duda alguna compartiré con vos mañana que haré mi última entrada de esta semana. Por lo pronto hay que poner las barbas en remojo con el tema financiero personal. Habíamos dicho que hay que listar los gastos incluidas las venas rotas, y comenzar a ver la posibilidad de cambiar esos malos hábitos económicos. Una vez que ya tenemos la lista realizada, podemos determinar qué tanto tiempo presupuestar: anual, mensual, quincenal, etc. Lo recomendable es anual o mensual. ¿Para qué? Para determinar claramente los ingresos que se perciben. En el caso de quienes son trabajadores en relación de dependencia es muy sencillo saber cuánto se percibe al mes o al año, sin embargo los comerciantes o profesionales liberales no tienen la misma suerte. En este sentido existen 2 caminos: A. si ya tenemos experiencia de varios años anteriores, hay que tomar como base por lo menos qué pasó en el mismo mes durante los últimos 3 años para poder hacer una proyección de lo que puede pasar con los ingresos. Por ejemplo, si soy un comerciante ambulante de helados y vivo en la ciudad de Guatemala, sé que enero generalmente es frío, y aunque no lleve un libro de contabilidad con todas las de ley, seguramente tengo una noción de qué ha pasado durante los últimos eneros con mi venta. Esa experiencia me puede decir lo que se conoce como “estacionalidad” es decir poder saber cómo se comportarán mis ingresos de acuerdo a las épocas. Seguramente no se venden tantos helados en enero como en Semana Santa. B. La otra vía es para quienes son independientes y están comenzando, es decir que no tienen años de comparación para hacer predicción, en ese sentido lo mejor es hacer una proyección apegada a la realidad y mejor si se consulta a otros conocidos que tengan alguna experiencia previa. Si no se tienen los conocidos habrá que recurrir al “instinto” y arriesgarse, pero siempre tratando de no proyectar ingresos por arriba de lo que es posible percibir. Bien, una vez que tenemos el listado de gastos y de ingresos por mes o año, podemos ya asignar el valor. ¿Cómo así? Si del lado derecho de mi hoja tengo el listado de gastos, a cada uno de ellos le asignaré la cantidad de dinero que le destino por el tiempo que haya elegido para presupuestar (mes, año, quincena, etc) y lo mismo hago con los ingresos. Existen 3 grandes posibilidades: La primera es que los ingresos sean mayores que los gastos (ese es el mundo ideal, y difícilmente pasará); la segunda es que los ingresos estén muy similares o iguales a los gastos, ahí hay que comenzar a realizar recortes en gastos, porque como veremos más adelante hay unas inversiones que hay que hacer siempre que se reciba un ingreso, independientemente si es mensual, quincenal, semanal o diario. Y la tercera posibilidad (que es la más común) es que los gastos sean mayores a los ingresos, ahí es donde la alarma suena. La siguiente semana hablaremos sobre cómo recortar gastos. Pero antes de eso, es importante que tengamos claro que siempre que percibamos ingresos (sea sueldo, honorarios, comisiones, utilidades, retorno de inversiones, pensión, etc) debemos de tratar de seguir el consejo del Doctor Jorge H. López de ajustarnos al 80% de lo que percibimos, para que el otro 20% lo invirtamos. ¿Cómo puedo invertir si tengo un salario mínimo? Es posible  seguir esa regla si se tiene un ingreso mínimo o de un millón de dólares semanales, lo importante, es cómo se administre. Dicho en otras palabras, cómo se presupueste y qué tanto se respete ese presupuesto. El 20% de inversión debería dividirse así: 10% para el ahorro (nunca está de más tener una reserva, y ya más adelante hablaremos de por qué es importante también ponerle plan a la ahorrada, para no sucumbir al primer capricho que se nos presente) y el otro 10% para la generosidad. Es una ley universal que el que siembra cosecha (no siempre a la velocidad que se quisiera pero siempre es así), si dedicás una parte de tus ingresos a la generosidad seguramente tendrás un retorno a largo plazo. Pero esa generosidad también hay que planificarla para que impacte y no sea solo una llamarada de tusas. Mañana, como te comenté arriba, haré una pausa y haré algunas reflexiones sobre el año que termina, para continuar a partir del lunes con estos temas financieros personales que nos atañen….Por cierto, qué agradable es recibir sus comentarios, gracias a quienes se han tomado el tiempo para compartirnos parte su experiencia... Por lo pronto les recuerdo lo que dice mi amigo Freddy: auuuuu!

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Día 4: Finanzas Personales 2

El ilustre José Milla escribió una “novela galopante” que se llama Don Dinero. No es para menos, el metálico es y seguirá siendo muy necesario, muy codiciado y muy culpable de desvelos y tormentos. Pero esos suplicios podrían ahorrarse si por lo menos nos tomáramos el tiempo de hacer un presupuesto real y respetarlo. En principio la idea de presupuestar podría parecer tan interesante y fácil como la física cuántica para el ciudadano de a pie, pero lo cierto del caso es que todos en cierto modo sabemos presupuestar. Cuando estamos en el colegio hacemos cuentas de lo que necesitamos para salir al cine el fin de semana y vamos guardando parte del gasto que nos dan nuestros padres para tener no solo para el boleto sino también para las golosinas. Pero la razón por la que de adultos las cosas no son tan fáciles ni eficaces es que no hemos aprendido que un presupuesto no es más que la correcta administración de nuestros ingresos y nuestros egresos. Ayer te pedí que comenzaras a hacer un listado de tus gastos. ¿Por qué es importante tener ese dato? Porque cuando lo comparemos con nuestras entradas sabremos si estamos teniendo déficit y al tener un panorama completo podremos saber donde hacer recortes. Pero vayamos por pasos. El primer tramo, entonces es hacer un listado de los gastos que tenemos. En ese listado quizá no hayás incluido algunos gastos que muchos no suelen colocar pero que es importante que cuantifiqués (cigarros ocasionales, las chucherías de la tienda para la refacción, las idas a bailar, los lustres de zapato en el parque central, los dulces de menta donde el chiclero, los servicios periódicos del carro o de la moto, las salidas, etc) parece exagerado pero si vas sumando todos esos gastos te darás cuenta de que en semanas, y en meses, e incluso en años representan un gran egreso y es  lo que he llamado “venas rotas financieras”, porque terminan por desangrarte sin que te des cuenta. Yo hice un ejercicio para sanar algunas venas rotas en julio de este año y fue más o menos así: todos los días tenía la costumbre de no desayunar y de comprar un jugo de naranja en una venta que está cerca de la esquina de la oficina (cada jugo me costaba unos noventa centavos de dólar), además compraba La Prensa (unos cuarenta centavos de dólar) y un par de sándwiches (alrededor de Un dólar con cincuenta), al sumar todo eso me estaba gastando a diario en la mañana alrededor de Dos Dólares con Ochenta centavos, que multiplicado por 5 días hábiles eran 14 dólares, que si los multiplico por 4 semanas de un mes eran 56 dólares, algo así como 440 quetzales. Ahora bien, decidí dejar de gastar en eso, levantarme un poco más temprano y hacer mis desayunos yo mismo. Los 110 quetzales que estaba gastándome a la semana se convirtieron en 40 quetzales semanales más o menos, es decir un ahorro de casi un 70%, y lo único que tuve que hacer fue invertir un momento en ir al supermercado a comprar la  despensa de la semana y unos minutos más en la mañana para cocinar. En principio puede ser que una vocecita nos diga algo así como: “qué flojera tener que cocinar, o estar pensando qué comer, mejor gastá, para eso trabajás”, pero si en lugar de eso pensamos en que nos ahorramos Q. 60.00 a la semana, que representan Q. 3,120.00 al año, quizá cambiemos de opinión y tengamos algo extra para fin de año. En resumidas cuentas el primer paso para hacer un presupuesto real es determinar todos los gastos, cuantificarlos y determinar también cuáles son nuestras “venas rotas”. El siguiente paso que es la conciliación con los ingresos lo veremos mañana. Algo que no debemos olvidar es que hacer un plan sobre esto no es que se tenga que hacer cada vez que comienza el año, lo bonito de todo es que se puede iniciar cuando sea, porque el control del dinero lo tenemos nosotros. Recordá: vos sos quien controla, no son las circunstancias ni los problemas. Nos encontramos acá mañana. Y como dice mi amigo Freddy: auuuuuuu.

martes, 27 de diciembre de 2011

Día 3: Finanzas Personales 1

Este ha sido mi día del médico: en la mañana fui a que me hicieran una endoscopia donde afortunadamente todo salió más o menos bien, y en la tarde fui al oftalmólogo; ahí la cosa no marchó tan bien porque sucedió lo que me temía: ¡me mandaron a usar gafas! L  Bueno, al final de cuentas como escribió Marguerite Yourcenar, el cuerpo es el compañero fiel que termina por devorar a su amo…. En fin, hoy prometí que hablaría de las finanzas personales. Vale la pena decir que una de las causas de mis afecciones gástricas (y del estrés extremo) fue durante mucho tiempo mi problema con el dinero y las deudas. Me las había visto “a palitos”. Pero ¿por qué sucedió eso? No es que sea un despilfarrador o un apostador de casinos. No, nada de eso, sucede que nunca me enseñaron (o al menos me dieron el ejemplo) de que uno solo debe gastar lo que tiene y que no es bueno endeudarse solo porque si. El doctor Andrés Panasiuk en muchas de sus conferencias que he visto en youtube y en la iglesia, me ha permitido entender que en la vida existen 3 cosas en las que gastamos el dinero: las necesidades, los deseos y los lujos. Los primeros son aquellas cosas que satisfacen lo elemental nuestro: como la comida, la vivienda, el vestuario, etc. Los deseos son esas distorsiones que tenemos de las necesidades y que se alejan de nuestra realidad, por ejemplo: todos tenemos la necesidad de comer, pero si yo me empecino en que debo ir al restaurante que todos van (aunque eso represente pagar más de la cuenta o de mis posibilidades), se convierte en un deseo y es donde los problemas financieros comienzan porque los egresos comienzan a ser mayores que los ingresos. Los lujos son los deseos “superlativizados”. A qué me refiero con eso: sigamos con el ejemplo de la comida, ya no me conformo con ir al restaurante donde todos van, sino que pido el menú más popular, aunque sepa que el precio sea un absurdo. A mí me pasó hace poco, caí en la trampa: estábamos con un amigo a punto de ir al cine y pasamos a comer algo. El pidió un plato completo que le costó unos 3 dólares y le satisfizo. Sin embargo, yo quería dar muestras de mi “buen paladar y conocimiento” y compré una orden de Kushyague con camarón que me costó el doble, lo peor del caso es que eran dos míseros camaroncitos y un poquito de salsa para acompañarlo. Fue un fiasco. Eso quiere decir que constantemente hay que recordar las reglas para manejar las finanzas personales. Respecto de los deseos y los lujos es muy fácil caer en la trampa del “me lo merezco” o “para eso trabajo” porque son las formas en las que creemos que acallaremos la conciencia que en el fondo nos dice que no debemos hacer el gasto innecesario. Ahora bien, por qué pasa todo esto? Primero, porque en la mayoría de nuestros hogares no nos dan cátedras de administración del dinero personal y segundo porque no hacemos un presupuesto y por lo tanto no nos ceñimos a un plan claro de ingresos y gastos.  Contando todo esto, ya se fue el espacio que tengo disponible para hoy, lo importante es que ahora que está por iniciar un nuevo año podamos hacer un plan mediante el cual tengamos claro cuánto recibiremos en el año y lo que podemos gastar mensual o quincenalmente. Hay que tomar en cuenta que dentro de esos gastos debemos incluir los impuestos, los pagos de deudas anteriores junto con sus intereses, los servicios del carro, los imprevistos, etc. El día de mañana ya entraremos de lleno a la confección de un presupuesto, les contaré lo que me ha funcionado y estoy seguro que les servirá tanto como a mí. Por lo pronto, comiencen a hacer un listado de todos sus gastos cotidianos (renta, combustible, teléfono, internet, etc) y ya mañana hacemos el ejercicio… Por lo pronto, iré a comer unas uvitas con yogurt ya que no puedo descuidar mi estomaguito… y recuerden, como dice Freddy: auuuuuu!!!!

lunes, 26 de diciembre de 2011

Día 2: Retomando los pasos para alcanzar la plenitud.

Hoy he pasado todo el día solo y he logrado conectarme conmigo mismo y con este proyecto. Me puse a revisar mis correos electrónicos  y la cuenta de Facebook. Me percaté de que el 29 de noviembre pasado anoté ahí que mi objetivo de vida es la felicidad. Luego, motivado por Gretchen Rubin, comencé a escribir los que consideré eran los pasos más adecuados para alcanzarla; conforme fueron pasando los días me di cuenta de que no solo quería la felicidad sino la plenitud y que para ella debía tomar en cuenta varios aspectos aunque no estuvieran tan “estrechamente” relacionados a la felicidad. El Paso 1 decía: “Tener una brújula para fijar el norte. Planificar el viaje para alcanzar los objetivos”. Cuando escribí ese posteo lo hice en forma figurada, es decir, la brújula y el viaje solo fueron una forma de decir que si iba a comenzar un proyecto debía saber a dónde quería llegar y de ahí buscar los caminos adecuados para llegar. Y es que he tenido proyectos que no he concluido, y no creo que sea porque haya sido malos o poco atractivos, o porque yo sea inconsistente, sino porque no había un plan que me dijera dónde iniciar y dónde terminar. Igual que yo, vos también necesitás una brújula y planificar tu viaje (llámese título universitario, trabajo, romance, dinero o cualquier  otra cosa que querrás alcanzar).  La brújula, según yo, es la serie de pasos que te permitirán emprender y terminar el viaje. Esa idea me surgió cuando recordé que los procesos no deben ser camisas de fuerza que te impidan actuar sino brújulas que te digan a dónde ir usando tu libre albedrío para determinar el mejor camino. Hace varios meses, con eso de que tengo un carácter que todavía es un poco confrontativo, discutí con un amigo que su negocio no tendría éxito si no planificaba a dónde quería llegar y cómo lograrlo. El me decía que era muy aburrido hacer planes y objetivos y que mi forma tan “cuadrada” de ver la vida se debía a que mi formación de abogado había distorsionado mi capacidad de improvisar. No estoy tan seguro de eso, lo cierto del caso es que sin hacer una planificación en papel, para mi sorpresa, le fue muy bien en su negocio y, aunque ha tenido algunos altibajos, la cosa va caminando bien. Eso me hizo pensar que quizá mi manía de planificarlo todo talvez no era tan acertada; sin embargo, durante este año leí “Blink” de Malcolm Gladwell, y entendí que muchas personas triunfan en la vida o toman decisiones en una fracción de segundo, no por suerte o porque sean unos improvisadores. Lo que sucede es que el cúmulo de experiencias en su campo o especialidad, les permite tener un olfato que el común de los mortales no tenemos y por eso, lo que a mi vista parecía un negocio de modelaje improvisado, resultó siendo una agencia que se mantiene. Y es que este amigo había estado trabajando en ese campo durante muchos años y sabía a dónde quería ir, solo fue que echara en marcha todo y su “instinto” (formado por la experiencia) le ha dictado a dónde dirigirse. Qué quiero explicar con esto, que si bien es cierto, soy partidario de tomar una hoja (física o electrónica) para realizar un plan de aquello que queremos, puede que algunas veces funcione no hacerlo de esa manera porque en la mente de quien está ejecutando ya se dibujó el plan, con sus pasos y objetivos, aunque no lo parezca. Lo importante de todo, eso sí, es tener claro a dónde se quiere llegar y no trazar objetivos inalcanzables o que no se puedan medir. Por ejemplo, si en 2012 queremos bajar de peso, deberíamos decir “quiero bajar 25 libras de peso”, de esa forma al concluir el año podremos saber si logramos el objetivo o no; porque si lo dejamos de forma general y bajáramos solo 1 gramo se podría decir que hubo un logro, pero quizá no sea lo que teníamos en mente. Si nuestro objetivo es ahorrar dinero, por lo menos deberíamos fijarnos cuánto y con qué frecuencia lo haremos, porque de lo contrario no podremos saber si estamos cumpliendo la meta. Por cierto, el tema del dinero en el año que viene es sumamente importante, por eso dedicaré la próxima entrada a la elaboración de un presupuesto anual para manejar más adecuadamente las finanzas personales… Y como dice mi amigo Freddy: auuuuu!!!!!

domingo, 25 de diciembre de 2011

Dia 1: Comenzando antes del fin de año

Tener un blog para actualizar es un reto grande. De hecho al iniciar 2011 comencé uno sobre la lectura bíblica, pero por diversas razones ya no lo seguí actualizando como a mediados de febrero y el proyecto se vino al suelo. Durante este año he tenido la suerte de leer varios libros que me han hecho reflexionar sobre mi estilo de vida, mis finanzas personales, la felicidad, la forma en que vivo, etc. Todos ellos me han hecho creer que es posible comenzar un proyecto en el que pueda compartir mis experiencias e ideas con muchas personas dentro de mi país Guatemala y fuera de él. Estoy seguro de que parece un poco arrogante creer que lo que vivo o pienso es suficientemente interesante para otros, pero la idea no es ser el centro de interés para los lectores, sino tener el privilegio de ser facilitador para conocer a otros y sus experiencias e ideas. Solo pretendo contarles lo que he aprendido y lo que espero de la vida para que juntos podamos crecer... Hay un dicho que reza "una sola golondrina no hace verano", y hoy estoy seguro que al lanzarme a esta aventura podré conocer a otras muchas golondrinas que quieren hacer de este mundo un lugar más cálido para vivir. Espero escribir al menos 5 veces a la semana. Pongo en manos de Dios este proyecto y espero que muchos se unan a él y que podamos tomarlo como NUESTRO PROYECTO 2012.