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miércoles, 15 de febrero de 2012

Día 31: A propósito del día del cariño.

Estos últimos días me había desaparecido de por acá no casualmente, sino porque las otras actividades me han absorbido mucho tiempo. Pero no podía dejar pasar un día más sin dejar una nueva entrada. El día de ayer se celebró en la gran  mayoría de lugares el día de los enamorados, día de la amistad, día del cariño, San Valentín, etc. Ayer ví en la calle muchas escenas interesantes: novios sentados en las bancas de los parques besándose, mucha gente con flores y peluches. Muchísimos vendedores de rosas. Y entre tanto bullicio me pregunté si el concepto de amor mueve tanto en tanta gente de diferentes estratos y edades, por qué existe tanta gente solitaria y tanto odio. Y viene a mi mente una pregunta fundamental: ¿qué es el amor? Hace varios meses que me viene dando vueltas en la cabeza ese cuestionamiento, y durante un fin de semana completo me dediqué a preguntar a amigos y conocidos qué creían que era el amor. Me sorprendió la cantidad de respuestas que recibí, pero lo que más me dejó atónito fue que todos coincidían en que era algo bueno y hermoso, pero nadie pudo, con exactitud, decirme qué es el amor. Todos se limitaron a decirme qué sentían, cómo lo expresaban, quién se los inspiraba, pero nadie acertó a darme una definición. Siendo así, cómo es posible que todos hagamos locuras si no sabemos exactamente qué es el amor. Una persona fue muy astuta cuando le hice la pregunta ya que una vez que me respondió (con ejemplos y no con definición) me replicó que quería saber qué era para mí el amor. Entonces le dije lo que creo: Dios es amor. Y de ahí se desprende mi filosofía de vida y mi esperanza. Hace poco más de 20 años descubrí 2 pasajes fundamentales del Nuevo Testamento: 1 corintios 13, donde Pablo habla sobre el amor y 1 Juan 4:8 donde está la base de la esencia de Dios como todo amor. Ya más adelante cuando desarrolle el tema del quinto paso del camino a la realización personal (Una fe que sustente) ahondaré más en el tema. No obstante, y aunque suene muy trillado, creo que es bueno celebrar el día del amor, pero deberíamos ponernos como objetivo que todos los días demostráramos amor. Por qué digo esto? Si el destino al que queremos llegar es la realización personal por medio de la felicidad, es evidente que no hay mejor forma de ser feliz que dando amor y recibiéndolo a cambio. Hacé la prueba: ponete como meta sonreírle al menos a 1 desconocido cada día y te vas a sorprender cómo las caras duras te devuelven el gesto. Qué mejor muestra de amor que cambiarle la perspectiva del día a otro ser humano. Y como dice mi amigo Freddy: auuuuu!!!!

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