Copyright


El contenido de este blog está protegido por los derechos de autor de
acuerdo a la legislación y costumbre internacional aplicable. Podrá utilizarse
el contenido siempre que se cite la fuente.


viernes, 10 de febrero de 2012

Día 30: Un poco más sobre la valentía.

Saber afrontar la verdad de la propia vida es sin duda una señal  de valentía. Estoy claro también que se necesita cierta valentía para no ceder frente a las circunstancias adversas, por muy “ligth” o extremas que parezcan. Hago esta mención porque en varias ocasiones he visto gente que siente que el mundo se le viene encima por asuntos que en mi propia vida no son tan críticos. Sin embargo, somos muy dados  a medir a las personas con nuestro propio metro cuando cada quien tiene su medida. Recuerdo que hace muchos años, cuando comenzaba la secundaria en el Colegio Don Bosco, un estupendo cura de apellido Macal nos dijo que cada ser humano es único, original, irrepetible, irreemplazable y distinto. Estoy convencido de que tenía razón y de que justamente por esa diferencia es que la forma de ver los problemas es tan única para cada quien. En el libro de Steve Price “Mientras unos se quiebran otros rebotan”, el autor hace un comentario que a mi parecer no es muy acertado, aunque tiene su dejo de razón.  Mientras cuenta una inspiradora historia de un cuadripléjico que ha salido adelante, dice (parafraseando) que es de admirar y que en comparación con las amarguras de los actores mimados de Holliywood eso si es sufrimiento de verdad y carácter para enfrentarlo. Naturalmente no se puede hacer una comparación de las oportunidades que los famosos del celuloide tienen en relación a alguien que tiene un problema serio y que además no es de tantos recursos. Sería absurdo tan solo pensar en comparar. Sin embargo, y con esto no estoy justificando el actuar de los actores, existe evidentemente un vacío que por diversas circunstancias pasan esos famosos. Si bien es cierto desde nuestra realidad pueden parecer banalidades, en la realidad de ellos quizá sí sientan esa sensación profunda de tristeza. No hay que dar por sentado que porque alguien es bello, rico y famoso, es feliz o tiene todo a favor para serlo. Al final de cuentas lo importante es saber que la valentía la podemos mostrar en los momentos más difíciles y en los más sencillos. Si hoy te doblas el tobillo y no te expones y sigues caminando, eso es valentía. Si sos una madre soltera que todos los días sale a ganar el pan de sus hijos, eso es valentía. Si sos el muchacho tímido que todos molestan en el colegio y aún así te esforzás por salir adelante, eso es valentía. No es necesario tener un traje de mallas azul y rojo con una S en el pecho para que te considerés un héroe. Con hacer tu parte para que este mundo sea mejor, ya lo sos. Y como dice mi amigo Freddy: aauuuuu!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario