En este momento estoy leyendo “Outliers” de Malcolm Gladwell (es el tercer libro que leo de él), traducido como “Fueras de Serie”, presenta una teoría interesante en la que ofrece una explicación diferente de las historias románticas de las personas que han tenido éxito y que son referentes para los escritores motivacionales. En esa obra, Gladwell afirma que sí es importante el talento y el trabajo tesonero, pero también el entorno (algo que es muy concordante con “The Tipping Point”). Esta lectura me ha abierto los ojos sobre por qué mucha gente intenta dejar un legado excelente a sus hijos, sobrinos o nuevas generaciones y no logra su objetivo. En la calle he escuchado a muchas personas que afirman que la juventud de hoy en día es menos respetuosa que antes. Yo mismo me he quejado que los adolescentes actuales no tienen la chispa que teníamos antes. No es que ya esté muy viejo, es que de alguna forma es cierto. Pero lo complicado es que todo eso es el resultado del entorno en que han crecido. Mismo que creamos nosotros, los más adultos. En general, los adultos somos los responsables. Pero no solo eso, también todos los factores culturales son determinantes. Por ejemplo me llamó la atención el estudio que en las diferentes sociedades se tiene con la autoridad, el cual fue realizado por Geert Hofstede en las décadas de los 60´s y 70´s, y el que es citado por Gladwell. En ese trabajo, Guatemala aparece como el tercer país del mundo (solo después de Grecia y Portugal) en el que sus habitantes creen que bastan las leyes para resolver los problemas, es decir, no hay una cultura de emprendimiento o de igualdad entre las personas por existir barreras sociales muy pronunciadas. Traigo a colación todo esto, que a esta altura quizá haya bostezar a alguno de ustedes, porque de alguna manera es necesario siempre estudiar los problemas y las situaciones cotidianas desde sus orígenes. Por supuesto con esto no quiero decir que por cada respiración que tengamos hay que hacer unos estudios escatológicos y filosóficos profundos, no, no digo eso. No obstante, en el caso particular de la juventud de hoy en día y de los niños es de repensar el tiempo que los padres, tíos y demás familiares les otorgan. Muchos adultos prefieren que sus hijos estén sentados largas horas frente al televisor en lugar de jugar con ellos. Es cierto que la vida actual exige que casi todos los adultos trabajen o busquen el sustento, pero no significa que deba abandonarse a los infantes y adolescentes al televisor o la calle. Es increíble que en la actualidad muchos adolescentes a sus 15 o 16 años ya hayan tenido experiencias sexuales con personas de su misma edad o con mayores. No solo es por la falta de valores (esos valores se han perdido por que los adultos no hemos dedicado suficiente tiempo a los menores), es también justamente por el abandono en que han sido dejados y que los hace presa fácil. Durante la cena de acción de gracias del año pasado nos enfrascamos en una charla que en algunos momentos llegó a ser tensa, con algunos amigos donde estábamos los que creíamos que los menores deben ser corregidos por sus mayores y que no es válido que tengan tan fácil el acceso a lo sexual, pues cada etapa de la vida tiene su tiempo. Y la inocencia de la niñez y de la adolescencia no debería perderse ni muy temprano ni muy tarde. Los otros eran una posición contraria, creían que los niños y adolescentes tenían todo el derecho de tomar sus propias decisiones. Yo no estoy de acuerdo con eso. Finalmente, he querido escribir sobre esto al día de hoy porque los jóvenes y los niños son la semilla del futuro. Los delincuentes o los ciudadanos respetables de mañana serán responsabilidad de cómo actuamos los adultos en la actualidad. Te invito a hacer la diferencia con los niños y adolescentes de tu círculo familiar. Y como dice mi amigo Freddy: auuuuu!!!!
Luego de leer los libros "Objetivo Felicidad" y "Pequeño Cerdo Capitalista" se me ocurrió que podría seguir el consejo de las autoras de esos libros (Gretchen Rubin y Sofía Macías, respectivamente) en relación a tomar la decisión de un proyecto personal, que también me gustaría compartir con vos y que pudiéramos crecer juntos para mejorar nuestras vidas. El objetivo de este blog es interactuar, y hacer de la plenitud: nuestro proyecto 2012.
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viernes, 30 de marzo de 2012
sábado, 24 de marzo de 2012
Día 44: Lo mejor no está afuera... siempre está en vos....
Como parte de la evaluación de mi curso de inglés tuve que leer “El Mago de Oz” en su lengua original. En general no es un libro extraordinariamente complicado. Es más, quizá sea parte de lo que llaman “literatura infantil”. Sin embargo, los personajes y la enseñanza que hay en la historia me parecieron sumamente vigentes y aplicables tanto a niños como a los adultos. La historia se inicia en las planicies de Kansas donde la pequeña Dorothy vive con sus tíos Henry y Em. Luego, por obra de un tornado es transportada junto con su mascota Toto a la mágica tierra de Oz. A partir de ahí su objetivo es encontrar la forma de volver a Kansas con sus tíos. En el desarrollo de la historia, conoce a la Bruja Buena del Norte quien le dice que la casa de Dorothy, al caer en Oz aplasta a la Bruja mala del Este y le dice además que tome los zapatos brillantes de ella para ir por el camino de ladrillos amarillos en busca de la ciudad Esmeralda donde podrá encontrar al Grandioso Mago de Oz quien quizá la ayude a volver a casa. La niña conoce en el camino al Espantapájaros, al hombre de acero y al León Cobarde, cada uno de ellos se le unen en la travesía a la ciudad porque tienen la esperanza de que el Mago les podrá dar algo que ellos consideran que necesitan para tener una existencia feliz. El Espantapájaros cree que necesita un cerebro para tener ideas, sin embargo, durante toda la historia es quien genera más formas de resolver los inconvenientes que se les presentan. El hombre de acero va en busca de un corazón, porque según él quiere volver a tener sentimientos, no obstante, en todo momento muestra tristeza, amor, compasión y alegría. El León Cobarde cree que necesita que le regalen coraje y valentía, pero cuando son atacados por los seres que la Bruja Mala del Oeste les manda, es quien defiende al grupo. Al final, resulta que el Gran Mago de Oz es solo un charlatán y les hace creer a los 3 amigos de Dorothy que les da algo para que crean que ya tienen lo que buscaban, pero al final todo lo que ellos creían que les hacía falta estaba dentro de cada uno. La última en encontrar lo que buscaba es la niña quien con los zapatos brillantes mágicos logra volver a casa. Ese es en resumen la historia. Si nos damos cuenta, en la vida muchas veces pasamos creyendo que nos hacen falta muchas habilidades o que no encajamos en alguna parte, pero la magia necesaria no está en otras personas o cosas, está dentro de cada uno de nosotros. Si vos creés que “no te da la cabeza” como pensaba de sí mismo el Espantapájaros, debés saber que las ideas están en vos, y que solo es que ejercités ese don (leyendo, estudiando, haciendo lo que más te gusta y construye), no haraganeando o dejando pasar el tiempo, porque las lamentaciones no sirven de nada. Si te considerás una persona fría, sin sentimientos o que nunca ha encontrado el amor (como el hombre de acero) debés revisar tu corazón , ahí, siempre hay sentimientos porque es parte de tu naturaleza, y solo vos podés hacer que se despierten del largo letargo en que hayan caído. Si lo que necesitás es valentía para afrontar la vida, o un nuevo trabajo, o para tomar decisiones importantes en tu vida (como el León Cobarde) no es necesario que alguien haga algo por vos, es solo necesario que vos tomés la decisión y actués. Como dije al inicio de esta entrada, ese libro además de ayudarme a conocer más palabras en inglés me recordó una verdad importante: las cosas más necesarias o que creo que necesito no están afuera, siempre están dentro de mí. Y como dice mi amigo Freddy: auuuuu!!
jueves, 22 de marzo de 2012
Día 43: Cumplí 38 años... y voy con todo!!!
Todos los domingos voy a la Iglesia. Desde el año 2004 no he faltado, a no ser que estuviera fuera del país, en cuyo caso buscaba alguna congregación en la ciudad donde estuviera para no dejar de asistir en día domingo al servicio. Incluso cuando estuve enyesado de la pierna en 2010, mi hermano me llevaba y me traía de vuelta. El pasado mes de febrero, la congregación a la que asisto: La Fráter, cumplió 33 años, y el lema de los mensajes de los últimos domingos ha sido “33 años y vamos con todo…” Hoy que estoy celebrando mi cumpleaños número 38, me puse a pensar que de alguna manera, yo también “voy con todo”. Recuerdo que cuando tenía 18 o 19 años, yo le decía a mi familia y mis amigos que no me gustaría llegar más allá de los 33 años porque no me gustaría envejecer y verme enfermo por la edad. Cuando cumplí los 33, estaba súper nervioso y supliqué a Dios que no hubiera escuchado mis absurdas ganas de llegar a esa edad. Ya pasaron 5 años y sigo acá. He tenido la fortuna de tener una madre, una tía y una abuela espectaculares. Mis 3 hermanos le dan razón de ser a mi vida (y hasta considero que mi hermano es mi mejor amigo), mis 2 sobrinos me dan esperanza en el futuro, y hasta he tenido la dicha de tener a Verdell Alexander Constantino (mi precioso perrito schnauzer) y su hijito Kevin. Este 25 de marzo cumplo 2 años de haberme graduado de la universidad, y estoy estudiando el último año de la maestría. Quiero seguir inmediatamente el doctorado y luego un posdoctorado. Quiero seguir aprendiendo. En lo que va del año he leído 7 libros completos, y estoy ya con el 8vo. Hay tanto qué leer y aprender! En 2016 quiero irme de viaje por todo el centro de Asia, comenzando en China y concluyendo en Moscú. Quiero llegar a ser magistrado de la Corte de Constitucionalidad, y escribir varios libros que sean referentes nacionales e internacionales en temas de derecho del trabajo y sobre la plenitud de la vida. Cuando sea muy viejo, quiero dedicar mis días a leer todos los libros que me sean posibles y seguir yendo rigurosamente cada domingo a la iglesia. Quiero que mi familia sea feliz, y que mis amigos se sientan tan honrados como me siento yo con ellos. Quiero llevar a mi madre y a mi tía a un viaje, solos los 3, y disfrutar de su compañía. Hay tanto que me queda por hacer! Todavía voy con todo! Quiero que mi sobrina estudie la universidad en el Extranjero y que tenga muchas más oportunidades de las que yo tuve y tendré. Quiero que ella sea muy feliz. Quiero conservar a mis amigos y fortalecer nuestros lazos. Quiero llegar a dominar completamente el inglés y leer a Shakespeare en su propia lengua. Me hace falta ir al Soho de Nueva York y entrar a una tienda DKNY a comprar. Doy gracias a Dios por esta existencia, donde no han faltado los momentos difíciles y amargos. Pero la bondad del Creador ha sobrepasado todo eso. Acabo de cumplir 38 años y voy con todo!!! Y como dice mi amigo Freddy: auuuu!!!!
lunes, 19 de marzo de 2012
Día 42: Vivir según tus propias reglas (no siempre).
En “Las Memorias de Adriano”, la escritora Marguerite Yourcenar escribió que cada quien decide, vive y muere conforme a sus propias leyes. Y esa afirmación se aplica a todos los ámbitos de la vida. Hay quienes pintan su casa de una u otra forma o a veces ordenan o desordenan su propio espacio. La idea generalizada de que el vivir según las propias reglas es la mejor manera de vivir y ser feliz puede que no sea del todo acertada. En alguna de sus reflexiones de “The Happines Project”, Gretchen Rubin afirma que hay pequeñas cosas que pueden desviarte de tu propósito de alcanzar la plenitud. Muchas veces consideramos que la manera como nos conducimos por la vida y nos relacionamos con los demás es la más adecuada porque la mayoría de las veces nos ha funcionado, o aunque no nos haya funcionado decimos que es la forma en la que crecimos y nos formamos. Y entonces, comienzan los problemas. El pensamiento de que todos tienen que adaptarse a tu forma de ser o de pensar es un pensamiento egoísta. Ya en otras ocasiones he afirmado que el ser humano necesita de otros para desarrollarse y ser feliz. Justamente cuando queremos llevar una vida plena debemos aceptar que no siempre nuestras reglas son las más adecuadas o las que más aceptarán los demás. Ahora bien, esto significa que ¿debemos dejarnos llevar por los demás y perder nuestra propia identidad? No, por supuesto que no. Lo que significa que es que hay que tener la suficiente madurez y apertura para aceptar que no siempre tendremos la razón o que en ocasiones encontraremos a otros que tienen mejores ideas o extraordinarias maneras de hacer las cosas. El ejemplo de los grandes líderes es excepcional. Ellos no siempre son los mejores en su campo, pero sí siempre son los mejores para asir a su círculo a los que sí son expertos. Traigo a colación esto, porque recientemente tuve una experiencia un tanto decepcionante. Resulta que un amigo al que le tengo mucho aprecio de la noche a la mañana dejó de hablarme. A las dos semanas me envió un mensaje de texto saludándome como si nada pasaba, y yo lo llamé para corresponder la gentileza de la comunicación. A la siguiente semana, nos encontramos y ni siquiera me saludó. Entonces recordé que me dijo en cierta ocasión que a él no le gustaba ni esperar y atender a la gente, y que si los demás querían ser sus amigos tenían que llegar a él porque no estaba para rogar ni andar detrás de nadie. No estoy seguro si esa sea la mejor manera de pensar, pero si quiere conservar amistades creo que debería cambiar esa forma de pensar y de proceder. Esa es su propia ley, pero no necesariamente es la mejor. Probablemente, vos tenés tus propias reglas para estudiar, o para relacionarte con otros, o para tratar a tu familia, o para realizar tu trabajo, y quizá en esos u otros aspectos de tu vida no has logrado el nivel que deseas. Quizá sea porque tus reglas no son las mejores en lo que no te está funcionando. Una forma extraordinaria de cambiar tu presente y tu futuro es revisar tus propias reglas y cambiar las que solo sostienen tu orgullo. A veces la mejor manera de sobresalir es retractarse. Se necesita mucho valor para reconocer que se ha cometido un error. Es probable que sea tiempo de que examinemos nuestra forma de proceder y, si es necesario, corrijamos el rumbo, porque sería triste llegar a culminar nuestra existencia con nuestras propias reglas y sin plenitud. Y como dice mi amigo Freddy: auuuuu!!!
lunes, 12 de marzo de 2012
Día 41: Leer... te puede cambiar la vida.
En la década de los 50´s, el escritor mexicano Octavio Paz publicó un ensayo titulado “El laberinto de la soledad”, el título engancha rápidamente y el contenido es prácticamente una radiografía del mexicano en su idiosincrasia y su historia. Por otro lado, a inicios del siglo XX, el escritor francés Marcel Proust inició una colección que es catalogada como parte del pináculo de la literatura universal “En busca del tiempo perdido”, donde más que una reflexión sobre su pasado, el autor retrata la vida misma de un hombre queriendo redimirse. Hablo hoy de estos dos grandes libros porque en la literatura se encuentran innumerables historias y nombres que podrían muy bien narrar la verdad de la existencia de cada uno de nosotros. Me llama la atención que el mismo Jorge Luis Borges en uno de sus cuentos de la colección Ficciones afirma que los libros siempre hablan de otros libros. Algo que Umberto Ecco también afirma en “El nombre de la Rosa”. En la vida he tenido muchos momentos de soledad. Ya he contado que mi infancia no fue precisamente la más feliz, a pesar de que sí guardo recuerdos muy entrañables, pero en general se podría decir que yo fui un infante víctima de lo que hoy llamarían “bowling”. Ya en otra ocasión trataré el tema y la formación del carácter. Pero lo que me interesa hoy es mencionar que mis amigos han sido siempre los libros. Por alguna razón (quizá que responde a mi historia personal) siempre me es complicado hacer nuevos amigos, aunque una vez que tomo confianza me encanta estar con ellos y el sentimiento es mutuo. No obstante, recuerdo que descubrir los mundos e historias que hay en los libros hizo que mi imaginación y mi mente se expandieran. No logro entender cómo hay gente que me afirma que no le gusta leer, pero a la hora de preguntarles si alguna vez han leído un libro completamente (claro, fuera de los aburridos que nos dan a leer en la secundaria) siempre me dicen que no. Entonces les replico que ahí está justamente la razón por la que no les gusta leer. Porque no se dejan seducir por la magia de la palabra escrita. Cada vez que me siento un poco “chipe”, leo y encuentro amigos, mundos y sensaciones fabulosas. Por supuesto que si alguien está iniciándose no puede comenzar con cualquiera de los títulos que cité al inicio. Debe comenzar como un bebé, con libros elementales pero poderosos. El primer libro que le regalé a mi sobrina fue “El Hombre que calculaba”, es un libro pequeño que mezcla una historia romántica con las matemáticas y lo embelesa a uno increíblemente. Otro libro de culto para iniciar es “Corazón”, del italiano Edmundo D´amicci. Además de abrir la mente y de ayudar contra la “hueva”, los libros te preparan y te hacen tener mejores conocimientos y conversación. Eso te ayuda en el trabajo, en la universidad y hasta en las relaciones sociales. Un hombre o una mujer que lee, tiene cierto rose social, y además es interesante a los ojos de otros. Yo te lanzo el reto de que este 2012, si sos de la gente que no lee, rompás con esa idea de que leer es aburrido y descubrás por qué en los países más ricos, donde la gente tiene mejores oportunidades, la lectura es un pasatiempo de rigor. Además, el hecho de que leas este blog, da fe de que tenés madera de lector. Te animo a ser uno más, y verás que con el tiempo cómo cambia tu vida y tu perspectiva. Y como dice mi amigo Freddy: auuuu!!!
viernes, 9 de marzo de 2012
Día 40: Ser caballero (o dama) nunca pasa de moda... y cambia el mundo.

jueves, 8 de marzo de 2012
Día 39: A propósito del día de la mujer.

martes, 6 de marzo de 2012
Día 38: Dejar marchar es parte del amor a otros y a vos mismo.

jueves, 1 de marzo de 2012
Día 37: A pesar de la maldad creo en el Bien y la Felicidad.

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