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domingo, 21 de octubre de 2012

Día 82: Apostilla al tema del Perdón.

Interactuar por medio de las redes sociales y por medio de este blog me ha enriquecido de sobremanera, ya que he conocido las perspectivas y la forma de ver la vida de mucha gente que de otra forma me habría sido imposible conocer. Hace unos días escribí la primera parte sobre el perdón, y rápidamente recibí retroalimentación de varias personas. Algunos dejaron su comentario acá en el blog, otros lo hicieron en Facebook, y otros más lo hicieron por correo electrónico. Hubo particularmente 2 comentarios que quisiera comentar por lo profundos que me parecieron. No deseo rebatirlos o apalancarlos, porque las experiencias de cada quien son distintas, pero sí considero oportuno hablar un poco más sobre ellos. El primer comentario decía más o menos así: “Difícil tema el perdón se dice fácil, pero lo cierto es que algunas veces lleva años y algunas veces no se consigue”. Ese comentario me pareció parcialmente acertado ya que sí es cierto que es más fácil escribir o hablar del perdón que llevarlo a la práctica, porque las heridas que muchas veces se producen en la vida de las personas y en las nuestras son muy profundas. Sin embargo, donde consideré que yo no estaba de acuerdo fue en la parte donde se dice que algunas veces no se consigue, y no porque sea mentira, al contrario es una verdad absoluta, sino porque de alguna forma es, a mi parecer, una declaración de derrota. Porque perdonar es una decisión, lo que significa que si algunas veces no se logra no es porque sea imposible sino porque simplemente el que debe otorgarlo no lo quiere dar. Estoy totalmente consciente de que dar ese paso es muy difícil. Pero justamente por lo dificultoso que suele ser, es que la persona que lo da se engrandece y dignifica al género humano. Es más fácil guardar rencor, buscar venganza y odiar, que dar perdón. Sin embargo, esos sentimientos solo desgastan, amargan no dejan avanzar. En muchas ocasiones hay que tomar decisiones radicales, y perdonar es una de ellas. Lo que todo mundo dice no necesariamente es lo más acertado. Si casi todo mundo te dice que es mejor no perdonar, casi todo mundo está equivocado. El otro comentario del que quiero hacer referencia decía más o menos así: “yo sí perdono pero no olvido, y si puedo me vengo….eso quita muchas piedras de mi alma”. Aunque respeto la opinión de todos, justamente mi visión de perdonar trasciende lo que la mayoría cree. No quiero sonar arrogante, pero repito que si todo mundo dice algo, generalmente trato de apartarme de eso porque generalmente es incorrecto. El perdón implica dejar atrás todo, incluso el deseo de venganza. Humanamente es justificable que se quiera tomar la justicia por las propias manos, sobre todo cuando los sistemas son inoperantes, como en el caso de Guatemala, pero tomar la decisión de no vengarse también es sinónimo de grandeza. El líder indio Mahatma Gandhi dijo en una ocasión “Ojo por ojo, y el mundo se quedará ciego”. Porque la espiral que desatan las venganzas no tiene buen final. Todos pierden, nadie gana. Agradezco a los amigos que mandaron esos comentarios, justamente parte de la madurez está en poder exponer puntos de vista disímiles y seguir teniendo concordia. En la siguiente entrada seguiré con la segunda parte del tema del perdón. Mientras tanto como dice mi amigo Freddy: auuuuu!!!

1 comentario:

  1. Gracias amigo lo difícil a veces es saber "como" perdonar no sabemos como hacerlo pero debemos hacer la lucha.

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