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miércoles, 15 de agosto de 2012

Día 65: Mi blog: cocinando la felicidad y las ideas

Ayer platicaba con Marlon Estuardo, mi tocayo, y me decía cómo estaba descubriendo mucho de lo que había dejado de hacer en su niñez. Dentro de eso estaba el ver las películas infantiles. Y me contó cómo se emocionó al ver “La Sirenita”. Eso me hizo pensar en que durante las últimas semanas había estado muy emocionado con volver a ver la película Julie & Julia, de 2009, y la busqué el fin de semana pasado, sin que haya tenido éxito. Hoy quince de agosto es día de descanso en la Ciudad de Guatemala. Prendí la computadora, y lo primero que pasa es que se abre automáticamente internet. La página que tengo de “home” es Google y me sorprendí al ver que justamente hoy se cumplen 100 años del nacimiento de Julia Child. Antes de ver por primera vez esa película nunca había oído hablar de ella. Y después de que Merril Strip ganará el Oscar por interpretarla me puse a leer un poco sobre Child en internet. La gana que tenía de ver la película se acentuó y finalmente di con ella. Salí de mi casa como a las 12 del mediodía y regresé a eso de las 2 de la tarde. Antes de ver la película me puse a cocinar unos guicoyitos, que fueron mi único almuerzo porque he estado un poco indispuesto del estómago. Sin embargo estaba muy emocionado. Cuando comencé a ver la película, recordé por qué comencé este blog. Ya al haber visto la película yo me había identificado con Julie Powell, yo quería ser escritor, yo quería hacer algo grande, ya estaba en los 30s y parecía que muchos de los que estaban a mi alrededor habían logrado muchas cosas sin que yo las haya conseguido, y ambos estábamos escribiendo un blog. No solo fue por leer los libros de Rubin y de Macías que me embarqué en este proyecto, también lo fue el seguir el ejemplo de Powell. Mientras iba transcuerriendo la película, fui recordando que muchas veces he estado tentado a dejar este blog porque implica tiempo y a veces pareciera que las hojas en blanco son imposibles de llenar. Hay ocasiones en las que a pesar de que las ideas dan vueltas en mi cabeza, no logro materializarlas en palabras. Sé que tal vez nunca me leerán Rubin ni Macías, y que probablemente no tenga la suerte que tuvo Powell de que un famoso periódico publicara sobre ella y su blog. Esas cosas no pasan en Guatemala. Pero volví a respirar la emoción de escribir con el ánimo y la esperanza de que alguien, del otro lado, en una pantalla me lea y comparta mis ideas o se sienta identificado. Es cierto que casi nadie comenta mi blog, pero las estadísticas dicen que hay varios visitantes en muchas partes del mundo. El poder de las ideas y la grandeza de internet hacen maravillas. Acabó la película, y como me sucedió la primera vez que la vi,  terminé llorando. En la última escena Julia Child recibe un sobre de manos de su esposo. Ella abre el paquete y resulta ser la primera edición de su libro de cocina, el que la hizo famosa en los Estados Unidos. Pero lo que me conmueve no es el hecho mismo de que ella haya realizado su sueño del libro. Lo que me toca el corazón es que su esposo, la ve y comienza a reírse con ella. Son una pareja que pasa por muchas cosas y que se comparten la vida. Y están ahí, juntos, disfrutando un logro conjunto. Eso, es quizá lo más hermoso. Hay mucha gente que tiene logros y los disfruta con seres queridos, esa oportunidad es espléndida. Te da más felicidad. Creo que al final de cuentas terminé tan emocionado al volver a ver esa película como lo estuvo Marlon Estuardo con La Sirenita. Ahora mismo, mientras escribo, está lloviendo. Estoy a cuatro meses de cumplir un año con este proyecto. He estado a punto de dejarlo. Pero siempre hay algo que me hace volver. Y es que lo que se inicia se debe terminar. Hay algo que me hace sentir que este blog, aunque no sea de los más visitados, es importante: el hecho de que con lo que aquí queda escrito dejo una huella que perdurará y que espero pueda ser de utilidad para otros. El camino a la felicidad exige compartir. No lo puedo hacer en persona por diversos motivos, pero lo estoy haciendo esperanzado en que me leerán. Y como dice mi amigo Freddy, quien hoy se fue a Estados Unidos: Auuuuu!!!!

2 comentarios:

  1. Solo sé decirte no vayas a dejar de escribir!!!

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  2. No, no dejés de hacerlo... te estamos leyendo, y quienes te queremos, además de motivarnos a revisar nuestro propio proyecto de vida, también recordamos muchas cosas lindas que hemos vivido junto a vos.

    Finalmente quiero decir que cuando escribimos para nosotros mismos es cuando bailamos con las letras y las ponemos justo donde van. Me gusta leerte, gracias por compartir las ventanas de tu alma

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