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domingo, 19 de agosto de 2012

Día 68: 16 años de Mariana.

En 1996 yo trabajaba como cajero en la desaparecida Bodeguita del Centro. Tenía el turno de la noche. Mi jornada comenzaba a las 5 de la tarde de un día y terminaba en la madrugada del día siguiente hasta que el último parroquiano se iba y hacía el corte de caja. Mi hermana Ileana estaba a punto de dar a luz a su primer bebé. La noche del 17 de agosto de aquel año, ella tuvo que ir al hospital de maternidad del seguro social porque ya mostraba contracciones. Mi hermano y yo estábamos expectantes. Hay que tomar en cuenta que por aquel tiempo los teléfonos convencionales eran escasos y los móviles era un lujo que solo los grandes ejecutivos podían permitirse. A cada hora estuve llamando por teléfono al hospital para saber el estado de mi hermana. Finalmente en la madrugada me anunciaron que había nacido Mariana del Pilar, mi sobrina. La primera de todos. Para mí era un acontecimiento importantísimo, porque desde temprana edad yo había tomado la decisión de jamás ejercer la paternidad biológica (por supuesto respeto a quienes tienen la vocación y la ejercen de forma responsable, pero no es lo mío). Previamente había comprado algo de ropa de bebé color amarillo porque no habíamos querido saber el sexo de la bebé sino hasta el alumbramiento. La mañana del 19 agosto yo estaba desvelado, sin embargo recuerdo que salí a caminar por la sexta avenida y en almacén El Paraíso Infantil (que por aquellos años todavía era un comercio respetable) compré un vestidito rosa, escarpines, pañales y otras prendas. Yo estaba verdaderamente emocionado. Esa tarde, iba a conocer finalmente a aquel ser que durante 9 meses había estado en el vientre de mi hermana y que de vez en cuando me regalaba unos puntapiés cuando colocaba la mano sobre el abultado estómago de ella. Pasé por Tarjetas Etcétera, y compré un globo metálico gigante con la frase “it´s a girl” y llevaba empaquetado el ajuar de la niña. Cualquiera que me hubiera visto en aquellas circunstancias habría pensado que yo era el padre de la bebé.  A eso de las 2 de la tarde recuerdo que me reuní con mi madre en la entrada del pabellón de encamamiento de las mujeres que recién acababan de dar a luz y entramos a la habitación que Ileana compartía con otras señoras. Mi hermana acababa de convertirse en madre a la temprana edad de 17 años. Cuando entramos estaba con la bebé en brazos y la estaba amamantando. Cuando ví por vez primera aquel ser tan pequeñito, indefenso, de cabellos rizados afloró en mí un sentimiento de felicidad tal, que incluso hoy me es imposible describir. Solo puedo decir que ha sido uno de los instantes más hermosos que me ha tocado vivir. Entonces besé en la mejilla a mi hermana y le pedí que me permitiera cargar a la niña. Fue la primera vez que la tuve entre mis brazos. Ahora mismo que escribo no puedo evitar llorar de emoción. Ese primer instante con una persona que no conocés y que desde antes de conocerla la amás, es indescriptible. Lo último que hice fue darle a mi hermana el globo gigante. Estuve contemplando largo rato a Mariana del Pilar, a partir de entonces supe que mi vida cambiaría y que estaría unida a ella. A pesar de nos ser mi hija biológica. En 2011 le hicimos la fiesta de 15 años. En aquella ocasión, por la falta de su papá, yo dirigí las palabras y bailé con ella. Recuerdo que le dije que lo mejor que podía darle (y sigo creyendo que es así) es la convicción de la Fe en Dios. Lo demás en la medida de lo posible se lo he ido proveyendo, y quiero que tenga una vida feliz y larga. Esa noche le dediqué la canción “Sin Palabras” de Teresa Parodi y que interpreta la cantante nicaragüense Norma Elena Gadea, que en parte de la letra dice: “Hija mía, mi amor, qué linda estabas cuando fui a despertarte esta mañana. Cuántas cosas pensé, no dije nada… Las palabras, ya ves, jamás alcanzan si lo que hay que decir desborda el alma, pero entiéndelo bien: cuando haga falta, a tu lado estaré por si me llamas, pequeña mía, por si me llamas… El país que soñé que tú habitaras hoy nos cuesta dolor, sudor y lágrimas, pero existe, mi bien, con tantas ganas: en tus ojos lo vi esta mañana. No lo olvides jamás, pequeña, y canta es hermoso vivir con esperanzas, que el amor puede más que lo que pasa, eso quise decir, no hallé palabras…” Ayer; Mariana del Pilar, cumplió 16 años. Es ya una señorita. Es mi niña y para decirle cuánto la amo y lo orgulloso que soy: ¡no hallé palabras! Y como dice mi amigo Freddy: auuuuu….

2 comentarios:

  1. =) mmm k lindo tio t kieroo muxo love u!!! you are my dad in my heart!! i locve u so much you are the best love u dad i just can say this i loveeee uuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! =) pilly!

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  2. Marlon, que persona mas linda eres, y como pasa muchas veces uno planea su vida y sucede de otra manera, ese amor que sientes por ella es mas grande que el de hombres que si han engendrado hijos, Dios te bendiga por eso. Te quiero mucho!!!!

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