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jueves, 13 de septiembre de 2012

Día 72: El respeto por otros es fundamental.

Hoy fui a un evento sobre outsourcing al que una querida amiga y ex jefa me invitó. Pude observar cómo los adultos actuamos en determinadas situaciones y ante diferentes personas. Lo que pude ver me aterró pero al mismo tiempo me dio una luz sobre el hecho de que es necesario marcar la diferencia siempre. Para comenzar, llegué un poco tarde porque no me interesaba escuchar las dos primeras charlas de la jornada sino la tercera y la cuarta. Cuando aparecí en el lugar estaba comenzando el receso de media mañana y comenzaron a servir el café y los panecitos. Creo que muchos de los que estábamos presentes éramos gerentes de recursos humanos o personas con cierto nivel jerárquico medio en las empresas que representaban, además de los personeros de las empresas de outsourcing que tenían varios stands. Me sorprendió que en la mesa donde me puse a tomar la merienda, saludé y de las 6 personas que había solo 2 me respondieron el saludo. Me puse a pensar cómo es posible que seamos todos profesionales de la gestión de personas y no le demos importancia a algo tan fundamental como el devolver un gesto educado y cortés. Luego me puse a conversar con una persona que estaba a mi lado y comencé a escuchar un poco de las  pláticas al otro lado de la mesa. Pude ver a tres señoras, quienes al parecer eran de diferentes empresas y se referían a los colaboradores de sus respectivas compañías como “los empleados”, en un tono hasta cierto punto arrogante. Cómo es posible que quienes tienen la suerte de tener puestos de gestión del talento hablen de las propias personas que son la razón de ser de sus actividades, con tanto desprecio y descaro. Luego de eso fui a escuchar las dos pláticas siguientes, mismas que en realidad no aportaban mucho pues eran muy limitadas. No obstante, me llamó la atención que un expositor mexicano dio a entender que no había que tomar en cuenta las diferencias culturales para gestionar personas. Hasta este momento no sé si lo dijo en serio o en broma, pero de cualquier forma me llamó la atención que un supuesto experto en Recursos Humanos negara que para gestionar integralmente a las personas hay que tomar en cuenta el contexto cultural y la realidad de la que vienen los individuos. Finalmente, en el almuerzo una colega abogada se sentó junto a mí y comenzó “a dar una cátedra sobre las relaciones laborales” en las que evidenciaba su total desconocimiento de la jurisprudencia y el marco legal aplicable a las relaciones de trabajo que como resultado del outsourcing se producen. Al final del almuerzo tenía suficiente y me marché a la oficina para aprovechar mejor el tiempo. No menciono todo esto porque crea que soy poseedor de verdades o que soy mejor que los que estaban en aquel lugar. Lo cierto del caso es que me quedé impresionado con los niveles de desconocimiento, arrogancia y desprecio a otros con los que nos podemos conducir cuando estamos en reuniones profesionales. Estoy convencido de que para alcanzar la plenitud y la felicidad no hay que tener máscaras ni ser arrogantes. Las relaciones se construyen sobre la base de la confianza, no sobre estereotipos, o sobre la dignidad de otros seres humanos. Creo que yo he cometido los mismos errores que hoy vi. Creo que me vi en un espejo y por eso mencioné que me aterré, como cuando Dorian Gray vió su retrato después de muchos años de tenerlo oculto en el desván. Lo importante es que me di cuenta, y aún más importante es el hecho de que debo hacer algo al respecto. Debo marcar la diferencia. Si vi cosas que no me parecieron bien y que reconozco que he hecho. Es mi alta obligación corregirlas y lejos de señalar o criticar, marcar la diferencia con mis actos. Soy un profesional de la gestión de personas, como mínimo, debo valorar y tratar con dignidad a las otras personas, tanto cuando las tengo enfrente como cuando hablo sobre ellas. Un elemento fundamental de mi propia felicidad se constituye por las relaciones y las que valen la pena solo se construyen sobre la base del respeto. Y como dice mi amigo Freddy: auuuu!!!!

1 comentario:

  1. Que bueno que compartas esta experiencia amigo pero se decir de ti que haces que las personas a tu cargo obtengan de si mismas lo mejor de ellas!!!!

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