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jueves, 29 de diciembre de 2011

Día 5: Finanzas Personales 3

Estamos a pocas horas de que se acabe el año 2011. Yo particularmente tengo tantas cosas maravillosas qué recordar, que sin duda alguna compartiré con vos mañana que haré mi última entrada de esta semana. Por lo pronto hay que poner las barbas en remojo con el tema financiero personal. Habíamos dicho que hay que listar los gastos incluidas las venas rotas, y comenzar a ver la posibilidad de cambiar esos malos hábitos económicos. Una vez que ya tenemos la lista realizada, podemos determinar qué tanto tiempo presupuestar: anual, mensual, quincenal, etc. Lo recomendable es anual o mensual. ¿Para qué? Para determinar claramente los ingresos que se perciben. En el caso de quienes son trabajadores en relación de dependencia es muy sencillo saber cuánto se percibe al mes o al año, sin embargo los comerciantes o profesionales liberales no tienen la misma suerte. En este sentido existen 2 caminos: A. si ya tenemos experiencia de varios años anteriores, hay que tomar como base por lo menos qué pasó en el mismo mes durante los últimos 3 años para poder hacer una proyección de lo que puede pasar con los ingresos. Por ejemplo, si soy un comerciante ambulante de helados y vivo en la ciudad de Guatemala, sé que enero generalmente es frío, y aunque no lleve un libro de contabilidad con todas las de ley, seguramente tengo una noción de qué ha pasado durante los últimos eneros con mi venta. Esa experiencia me puede decir lo que se conoce como “estacionalidad” es decir poder saber cómo se comportarán mis ingresos de acuerdo a las épocas. Seguramente no se venden tantos helados en enero como en Semana Santa. B. La otra vía es para quienes son independientes y están comenzando, es decir que no tienen años de comparación para hacer predicción, en ese sentido lo mejor es hacer una proyección apegada a la realidad y mejor si se consulta a otros conocidos que tengan alguna experiencia previa. Si no se tienen los conocidos habrá que recurrir al “instinto” y arriesgarse, pero siempre tratando de no proyectar ingresos por arriba de lo que es posible percibir. Bien, una vez que tenemos el listado de gastos y de ingresos por mes o año, podemos ya asignar el valor. ¿Cómo así? Si del lado derecho de mi hoja tengo el listado de gastos, a cada uno de ellos le asignaré la cantidad de dinero que le destino por el tiempo que haya elegido para presupuestar (mes, año, quincena, etc) y lo mismo hago con los ingresos. Existen 3 grandes posibilidades: La primera es que los ingresos sean mayores que los gastos (ese es el mundo ideal, y difícilmente pasará); la segunda es que los ingresos estén muy similares o iguales a los gastos, ahí hay que comenzar a realizar recortes en gastos, porque como veremos más adelante hay unas inversiones que hay que hacer siempre que se reciba un ingreso, independientemente si es mensual, quincenal, semanal o diario. Y la tercera posibilidad (que es la más común) es que los gastos sean mayores a los ingresos, ahí es donde la alarma suena. La siguiente semana hablaremos sobre cómo recortar gastos. Pero antes de eso, es importante que tengamos claro que siempre que percibamos ingresos (sea sueldo, honorarios, comisiones, utilidades, retorno de inversiones, pensión, etc) debemos de tratar de seguir el consejo del Doctor Jorge H. López de ajustarnos al 80% de lo que percibimos, para que el otro 20% lo invirtamos. ¿Cómo puedo invertir si tengo un salario mínimo? Es posible  seguir esa regla si se tiene un ingreso mínimo o de un millón de dólares semanales, lo importante, es cómo se administre. Dicho en otras palabras, cómo se presupueste y qué tanto se respete ese presupuesto. El 20% de inversión debería dividirse así: 10% para el ahorro (nunca está de más tener una reserva, y ya más adelante hablaremos de por qué es importante también ponerle plan a la ahorrada, para no sucumbir al primer capricho que se nos presente) y el otro 10% para la generosidad. Es una ley universal que el que siembra cosecha (no siempre a la velocidad que se quisiera pero siempre es así), si dedicás una parte de tus ingresos a la generosidad seguramente tendrás un retorno a largo plazo. Pero esa generosidad también hay que planificarla para que impacte y no sea solo una llamarada de tusas. Mañana, como te comenté arriba, haré una pausa y haré algunas reflexiones sobre el año que termina, para continuar a partir del lunes con estos temas financieros personales que nos atañen….Por cierto, qué agradable es recibir sus comentarios, gracias a quienes se han tomado el tiempo para compartirnos parte su experiencia... Por lo pronto les recuerdo lo que dice mi amigo Freddy: auuuuu!

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