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martes, 18 de diciembre de 2012

Día 91: Reír, Enamorarse y Vivir (penúltimo paso -1-)

Dentro de su vasta obra, el poeta guatemalteco Otto René Castillo escribió el poema “Solo queremos ser humanos”, quizá el más recordado después del celebrado “Vámonos Patria a caminar”. Luego, Fernando López lo musicalizó y creó una de las canciones más hermosas que he escuchado en la vida. La parte final del poema de Castillo inspira el penúltimo de los pasos que considero necesarios para alcanzar la plenitud. La última estrofa del poema reza: “…aquí solo queremos ser humanos,/ comer, reír, enamorarse, vivir/ vivir la vida, no morirla…”. En cada día es importante por lo menos reír una vez en la jornada. De hecho leí hace poco que en la Universidad de Stanford hicieron un estudio del que se desprende que las personas que ríen mucho tienen altas probabilidades de no desarrollar afecciones cardíacas. Si agregamos que se ejercitan la mayor cantidad de músculos faciales lo que consecuentemente desacelera el proceso de expresiones por la edad. Tenemos suficientes razones médicas para reír. Dejando por un lado esas situaciones tan frías, el hecho de reír sueltamente es tan liberador y te hace sentir tan bien. Además de que contagiás a los demás. Cuando nos reímos dejamos que el resto de los seres que están alrededor nuestro conozcan lo mejor de nosotros. Esa es una de las partes más fundamentales. Incluso, recuerdo que cuando yo era niño, todavía muchos velatorios de difuntos se hacían en las casas, y era costumbre que en la noche previa al funeral, los hombres que acudían al velorio jugaban cartas y luego contaban chistes, y sacaban la risa incluso de los deudos. En los momentos en los que hay mucha tensión, he aprendido que hacer una broma a tiempo es mucho mejor que un discurso motivacional de mil palabras. Reírse de uno mismo es sin duda alguna la mejor medicina contra la vergüenza y desasosiego. Otra de las razones que hacen que valga la pena vivir es enamorarse. En mi vida he tenido la suerte de hacerlo 3 veces. De manera profunda. Cada relación en su tiempo ha sido espectacular. Cada una ha terminado por razones diversas. Pero el hecho de saber que amé y fui amado, me dan la certeza de poder decir con total autoridad “eso ha hecho que valga la pena vivir”. El 8 de enero de 2012, terminé de leer el libro “El Prisionero del Cielo” de Carlos Ruiz Zafón, y recuerdo que lloré de emoción al leer el último párrafo del libro. De hecho, tengo la costumbre de subrayar mis libros o de hacerles anotaciones y en ese lugar escribí la fecha (por eso puedo decirla con exactitud) y escribí al margen la palabra “hermoso”.  En el libro, uno de los personajes principales y más pintorescos se casa con la mujer de sus sueños, y entonces el narrador dice lo siguiente “Al ver aquel día a mi amigo besar a la mujer que quería se me ocurrió pensar que aquel momento, aquel instante robado al tiempo y a Dios, valía todos los días de miseria que nos habían conducido hasta allí y otros tantos que seguro que nos esperaban al salir de regreso a la vida, y que todo cuanto era decente y limpio y puro en este mundo y todo por lo que merecía la pena seguir respirando estaba en aquellos labios, en aquellas manos y en la mirada de aquellos dos afortunados que, supe, estarían juntos hasta el final de sus vidas” Esa creo que es la mejor y más hermosa descripción del enamoramiento que he leído. Y la razón por la que me conmueve tanto es porque me hace recordar el beso que marcó mi existencia y viví hace ya 10 años. Es uno de esos momentos que quedan grabados en la memoria y que persisten al paso del tiempo y que cada vez que pasa por tu mente te saca una sonrisa. Además, estar enamorado es científicamente saludable porque genera secreciones que estimulan el sentirse pleno. Hay muchas personas que por diversos y respetables motivos no sonríen ni se enamoran. Hay quienes tienen amargura. Pero eso les hace perder el tiempo. Pasar un día sin sonreír o pasar una vida sin haberse enamorado al menos una vez es el equivalente a usar un cubierto de plata para cavar un hoyo en la tierra (¡simplemente no tiene sentido!). En la siguiente entrada seguiré con este tema. El penúltimo de los 11 pasos de la felicidad y la plenitud. Tengo que escribir pronto porque el 25 de diciembre cumplo 1 año de este blog y termino el proyecto (al menos en su forma actual). Mientras tanto, como dice mi amigo Freddy: auuuu!!!!

1 comentario:

  1. Genial, me gusta como escribe y la parte donde describe esa escena de amor es incrible a ver si me presta el libro...........

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