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domingo, 11 de noviembre de 2012

Día 85: No tomarte tan en serio a vos mismo (Parte 1)

Una de las razones fundamentales por las que nos ofendemos es que consideramos que las palabras dichas por otras personas o sus acciones no son acordes al valor que nosotros mismos tenemos. Sin embargo, cuando estamos seguros de ese valor que cada uno debemos darnos, no deberíamos esperar que otros lo reconozcan o le rindan pleitesía, simplemente es y con eso debería bastarnos. En muchas ocasiones nuestros días y nuestra vida se alejan del camino de la felicidad porque dejamos que las palabras o acciones de otros nos ofendan. El poder de la ofensa no depende del ofensor sino de la importancia que el ofendido le da. Por esa razón el paso número 8 del camino que he propuesto para la plenitud dice “no tomarte tan en serio a vos mismo”. Porque solo si te tomás muy en serio y te creés las posiciones o títulos que ostentés, considerarás que otros te están ofendiendo. Hace poco en mi oficina ocurrió un asunto que va muy acorde a esto que escribo. Resulta que una directora fue a la oficina de una gerente y le alzó la voz (porque ella generalmente habla así) sobre un asunto que ambas estaban viendo con un cliente corporativo. Después de ese hecho la gerente llegó a mi oficina y casi con lágrimas en los ojos me comentó que se había sentido humillada y que no podía soportar que le hablaran así porque ella era una profesional  y además en su casa no la habían acostumbrado a ese trato. Yo le dediqué tiempo a escucharla y se desahogó del enojo que sentía. A los días, tuve una reunión con la directora que alzó la voz y dentro de la conversación le mencioné que en los últimos días había estado alzando mucho la voz y que no era muy bien percibido por los colaboradores, incluso le dije “una llamada de atención suya no la quisiera recibir porque me parece que a veces puede llegar a ser grosera”. Entonces ella me dijo que durante esas semanas había estado sometida a mucha presión y que se sentía mal incluso consigo misma. Luego, en un momento que consideré oportuno le dije que la vez que había llegado a hablar con la voz alta a la gerente X, había sido un poco dura y que esa persona se había sentido muy mal. Entonces me dice ella, pero cómo puede ser posible eso? Yo no quería ofenderla. Entonces me agradeció que se lo hubiera hecho ver y a los pocos días la directora llamó a su oficina a la gerente y le pidió disculpas por su comportamiento. Días después, tuvimos otra reunión con la directora y me comentó que estaba sorprendida porque ella había creído que le había hablado feo por el cliente C, pero en realidad el caso según la gerente era de otro cliente. Entonces me dice la directora “es increíble cómo uno puede herir a las personas y no darse cuenta”. Al final lograron reconciliar sus diferencias. Sin embargo aprendí 2 cuestiones interesantes:  1.la gerente se tomaba muy en serio y llegó a sentirse realmente herida y ofendida; y 2. La directora no tenía idea de que había ofendido a la gerente si no es que se lo comento. Al decir que la gerente se tomó muy en serio no estoy diciendo que debemos permitir que nos falten al respeto, no, nunca. Sin embargo, creo que tampoco debemos permitir que las ofensas de otros nos afecten al grado de hacernos sentir frustrados, porque como en este caso la directora no tenía idea de lo que había causado y la gerente estaba muy mal. Lo importante cuando alguien te falta al respeto es esperar a que se calmen las aguas y hablar directamente, de frente con el ofensor para exponerle cómo te sentís sobre ese asunto. Y eso no se da solo en lo laboral, también en todo tipo de relaciones. Hay ocasiones en las que la otra persona no acepta el hecho o toma a mal lo dicho. No importa eso, lo realmente valioso, es que no le das las llaves para afectarte negativamente. Cuando te tomás muy en serio a vos mismo, les das las llaves de tu ánimo a otros y eso es muy peligroso. En la siguiente entrada seguiré tratando este tema. Mientras tanto como dice mi amigo Freddy: auuuu!!!!

3 comentarios:

  1. "Cuando te tomás muy en serio a vos mismo, les das las llaves de tu ánimo a otros y eso es muy peligroso." WwoowW!!!!!!! me encantó eso, porque me ha pasado muuuuchas veces!! =s tengo que aprender eso! =)

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  2. Escuche por ahí que nadie puede hacerte sentir mal sin tu consentimiento, como la mayoría de veces tienes la razon!!!!

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  3. Buen mensaje.. muchas veces somos tan vulnerables a las situaciones que queremos tambien ser tratados con plumas.. son situaciones de la vida que tenemos que saber enfrentar :)

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