Copyright


El contenido de este blog está protegido por los derechos de autor de
acuerdo a la legislación y costumbre internacional aplicable. Podrá utilizarse
el contenido siempre que se cite la fuente.


viernes, 8 de junio de 2012

Día 57: Sobre el uso del tiempo (una reflexión suelta)

La vida ofrece infinidad de posibilidades y me impacta saber que hay muchos que no las aprovechan. Simplemente dejan pasar la vida. Hoy estábamos platicando con un compañero de trabajo sobre las dificultades que se presentan para hacer reclutamiento de personas en diferentes lugares de la región. Incluso cuando compartimos nuestras experiencias de años anteriores mientras laborábamos para diferentes multinacionales coincidimos en que había un lugar específico en el que las personas preferían pasar la vida en una hamaca o viendo televisión que trabajando. Esas decisiones se traducen, naturalmente, en pobreza extrema. Adicionalmente, ayer tuve la oportunidad de conversar con un amigo y en un momento en el que nos quedamos en un incómodo silencio él me dijo que por qué no veíamos algo en la televisión. De pronto pensé en voz alta “pero es que esa es una pérdida de tiempo”. Y entonces Oliver se me quedó viendo atónito. No podía dar crédito a lo que yo decía. Casi me sentí fulminado por la manera en la que me vio y me explicó que no podía dar crédito a lo que yo decía. El comentario con José sobre la decisión de muchas personas respecto de pasar el tiempo en lugar de trabajar y el incidente con Oliver, aunque perecen aislados tienen un común denominador: El uso del tiempo. Al principio de esta entrada afirmé que la vida nos permite innumerables posibilidades. Una de ellas es la de ser felices. Esa felicidad se alcanza haciendo lo que nos llena. Ver televisión o pasar durmiendo no necesariamente llena. Son hábitos que suplen la vacuidad o el excesivo tiempo ocioso. Pero de ahí a que llenen hay un mar de distancia. Hace una semana y un día estaba comenzando junio. Hoy ya es el día 8. El tiempo pasa tan rápido. De vez en cuando está bien tomar una siesta o ver algún programa televisivo, o hacer cosas similares. Pero allá afuera, con los nuestros, con nuestras familias, con nuestras mascotas, con nuestros amigos, en nuestras iglesias, en nuestras comunidades, en la universidad o el colegio, en los parques, hay tantas cosas que nos pueden hacer felices y hacer crecer. Hay mucha gente que afirma que prefiere perder el tiempo que salir “a gastar” innecesariamente. Sin embargo, salir a caminar, por ejemplo, no representa un gasto. Te permite hacer un poco de ejercicio, divagar la mente y si tenés mascota compartir con ella. Mi punto es que hay tantas cosas por hacer como para desperdiciar la vida en la ociosidad. Yo he visto (con absoluta tristeza, debo agregar) a mucha gente talentosa que simplemente echa a la basura ese talento y se conforman con pasar la vida sin trascender, a pesar de tener lo que otros quisiéramos. El asunto de no tomar un trabajo o el hecho de pasar muchas horas frente al televisor podría interpretarse como simple pereza, pero yo creo que va más allá de esa superficial manera de etiquetar. Creo que quienes pierden el tiempo de esas maneras o de otras no provechosas lo hacen porque en cierto modo no se valoran ni valoran su tiempo. Naturalmente hay que escudriñar en las historias de cada quien, porque también puede ser que sean el producto de un hogar en el que los padres no tenían tiempo para dedicar a sus hijos y en donde estos tuvieron una niñera llamada televisor. Hay tantas posibilidades al respecto. Lo importante, es que, como he afirmado en otras ocasiones, siempre existe el chance de poder corregir el camino. Si vos sos de las personas que no valoran su tiempo te invito a que ya no desperdiciés tu vida. En el momento menos pensado puede que ya no estemos acá . Lo importante en todo esto es reconocer que tenemos potencial para trascender. Solo es que conozcás y reconozcás tus talentos. Hace unas semanas le decía a un amigo que para liderar gente primero él debía creer que era líder. Finalmente el desafío más importante es convencerse a uno mismo de que posee las cualidades y calidades. Una vez que lográs eso, comenzas a invertir el tiempo en cosas realmente provechosas, y como consecuencia tu camino puede variar y hasta te podés sorprender de las oportunidades que se te pueden presentar. No dejés que los minutos se mueran. Salí a apoderarte de la vida. Y como dice mi amigo Freddy: auuuu!!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario