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miércoles, 20 de junio de 2012

Día 59: Demostrar afecto y disfrutar la magia de lo cotidiano (Parte II)

Casi todos los días me levanto temprano, tipo 5 de la mañana. Voy al trabajo, desayuno ahí y luego comienzo mis actividades hasta la hora en la que salgo. Cuando tengo clases de la maestría voy a la universidad y en los otros días vuelvo a casa donde ceno, leo y duermo. Un poco monótono, si se trata de lunes a viernes y se ve con una lupa superficial. Sin embargo, en el diario vivir hay milagros que por su cotidianidad pasan muchas veces desapercibidos y solo cuando faltan o tenemos una mirada distinta, valoramos en su justa dimensión.  El solo hecho de despertarme constituye un milagro en sí. Hace poco más de dos meses tuve un episodio que me asustó de sobremanera. Era como la medianoche y me desperté abruptamente sin poder respirar. Mi propia saliva estaba obstruyendo mis vías respiratorias. Durante unos segundos que me supieron a eternidad no pude aspirar. Con la fuerza de voluntad que siempre tengo, me calmé, logré mover la saliva y finalmente respiré con alivio. Pensé que el límite entre la vida y la muerte está tan cerca que una situación tan sencilla podría acabar conmigo. Estoy seguro de que si no me hubiera despertado, seguramente ya no lo habría hecho nunca más. A lo que quiero llegar es que el simple hecho de amanecer y ver la luz del día es suficiente milagro. Cuando las deudas, o lo problemas están presentes en nuestra mente no nos damos cuenta de ese regalo que recibimos a diario. El episodio que acabo de relatar me hizo revalorar el hecho solo de despertarme. Hoy, por ejemplo, no fui a trabajar, tenía  varias cosas que hacer y me tomé el día. Curiosamente terminé todo lo que tenía planificado muy temprano. Llegó un momento en el que me aburrí. Entonces valoré que mi trabajo además de ser la fuente por la que Dios me provee económicamente, también es un medio por el cual puedo hacer que mi tiempo sea provechoso. Algunas veces me he puesto a pensar que es tedioso hacer algunas cosas de mis labores, pero son parte del todo y ese momento de aburrimiento de hoy me hizo pensar que a pesar de las tareas que no me gustan, el hecho de tener en que ocuparme durante el día es un regalo al que a veces no le doy la importancia que se debe. De esta manera podría enumerar muchas situaciones del diario vivir que a veces pasan desapercibidas por ser rutinarias, pero que en sí misma encierran semillas de felicidad y plenitud cuando les ponemos atención. El viernes pasado en una reunión de trabajo salió a colación el libro de Gretchen Rubín (Objetivo Felicidad) y uno de mis interlocutores (muy inquisitivo y certero) me preguntó cuál era la definición de felicidad según ella, ya que tenía que sopesar si se alineaba a lo que él entendía por ese término. Le expliqué que la autora hace un repaso a un año que dedicó a buscar su propia felicidad y que al final del libro invitaba a los lectores a realizar su propio proyecto. Al final constaté que le hice caso a Rubin al iniciar este blog y poniéndole más importancia a los detalles de mi existencia. He seguido leyendo libros en ese sentido y otros en los que sin embargo he encontrado enseñanzas que he compartido aquí. Al final de cuentas he encontrado que una taza de café en la buena compañía de mis amigos, leer un libro que me gusta hasta altas horas de la noche, recibir mensajes de texto de la gente que quiero, llamar por teléfono a mi madre a diario para avisarle que he llegado sin novedad a mi casa, planchar mi ropa, revisar mi Facebook, pensar sobre qué escribir en el blog, preparar la comida, o tenderme sobre la cama para contemplar por largo rato el techo, son situaciones simples y que llenan mi vida. La magia de la existencia no está en ser un reconocido personaje sino en apreciar los regalos que a cada instante recibimos. Cuando agudizamos nuestros sentidos, nos podemos sorprender de lo maravilloso que es vivir. Y como dice mi amigo Freddy: auuuuu!!!

1 comentario:

  1. No cabe duda que Dios nos habla de distintas maneras y el día de hoy tu blog fue un instrumento, gracias por tomarte el tiempo de escribir....

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